viernes, 25 de septiembre de 2009

GLOBALIZACIÓN VS. DEMOCRACIA NACIONAL (un análisis incompleto)

Globalización y democracia son dos conceptos que en la actualidad se usan con bastante frecuencia y que seguramente serán más usados con el transcurso del tiempo. A menudo estas dos palabras son utilizadas de forma errónea, sin conocer su significado de fondo, por lo que muchos de nuestros políticos y líderes mundiales frecuentemente usan estos términos en sus discursos de manera indiscriminada, muchas veces relacionados como dos factores complementarios, cuando en realidad son en muchos sentidos discrepantes.

La idea que quiero desarrollar se enfoca en la contradicción del concepto globalización con el de democracia nacional al observar que en algunos países donde la democracia no se ha consolidado del todo, los actores internacionales que ahora conviven y fluyen libremente, han contribuido a la desviación de un proceso necesario engendrando “semidemocracias” influidas por intereses externos.

Podemos encontrar las contraposiciones y consecuencias de la dinámica de estos conceptos, entendiendo globalización como un proceso de eliminación de fronteras para la introducción, el flujo, y el dinamismo de lo económico, político, social, cultural, ideológico, etc. a nivel mundial, (reconociendo que esta definición es muy básica y reduccionista.). Mientras el segundo concepto (democracia nacional) se refiere a la democracia que conocemos tradicionalmente dentro de un Estado, y no a las nuevas democracias regionales (como la establecida medianamente en la UE), o las globales (como la que se pretende tener en la ONU).

La democracia se ha extendido generalizadamente por todo el mundo a la par que el proceso de globalización, promovidos ambos rubros -desde hace ya largo tiempo principalmente por Estados Unidos (sin olvidar a otras potencias importantes)- desde inicios de la guerra fría como ejes centrales potenciadores de su poder y control sobre otras naciones. Con la desintegración del bloque socialista y la escalada de EEUU como “la potencia hegemónica”, la maximización y aceleración de dichos ejes fue muy clara.

Desde hace ya algunas décadas se ha vuelto innegable, no sólo la consolidación de la globalización en todas sus formas, sino también las consecuencias que esta provoca tanto a nivel internacional como nacional. Mientras que por otro lado, y de manera complementaria, la democratización de las naciones ha jugado un papel importantísimo dentro de este fenómeno globalizador.

Es necesario reconocer que la globalización al romper las barreras de todo tipo, y específicamente a nivel estatal, permite el ingreso de nuevos actores externos (transnacionales, otros Estados, ONG’s, instituciones religiosas, etc.) con capacidad de influir en lo estrictamente interno de un país, por ejemplo la democracia en todos sus niveles y aspectos: desde la elección popular de un gobierno, hasta las decisiones tomadas por este último en representación de otros intereses, que no el nacional, o sea el del pueblo que por su parte ha legitimado e impulsado dicho gobierno al poder.

También es importante recordar que a partir de la democratización nacional se dio una apertura al mundo y se permitió un flujo internacional (ingresos y egresos) de todo tipo que modificó por completo la dinámica del mundo de ayer con el que hoy conocemos. Cuestión casi imposible de considerar en regímenes de otra naturaleza puesto que fueron mucho más cerrados a la interacción con el mundo exterior.

En conclusión, la dinámica de la globalización con la democracia –sobre todo la de países en las que esta segunda no se consolidó- han provocado, por parte de los gobiernos, la deformación y enajenación de los procesos internos que debieran concretar, fortalecer, desarrollar y representar a una unidad (la del Estado-Nación) y no debilitarla, corromperla y desmembrarla, representando o respondiendo a intereses externos, mediante el poder de presión que los actores internacionales han obtenido de la desintegración de las fronteras y la enajenación de las nuevas libertades y derechos. Dicho de otra forma, es necesaria la consolidación de una democracia fuerte en la que los intereses nacionales se sobrepongan a cualquier otro interés, para contrarrestar eficazmente los factores externos que sin lugar a dudas representan ambiciones contrarias a las de la Nación.

Por otro lado, en un mundo globalizado en el que el flujo internacional y la interdependencia mundial son evidentes, es necesario asegurar que los medios y organismos reguladores funcionen correctamente bajo una completa democracia internacional en la que no se favorezcan intereses, para que la liberación de los flujos de cualquier tipo y la desintegración de las fronteras nacionales, no provoquen el colapso de los gobiernos que no han logrado la concreción democrática interna con el fortalecimiento de sus instituciones y la legitimidad que sus pueblos le otorgan. Y siendo concientes de que este escenario es poco real, las naciones deben buscar fortalecer sus órganos y la legitimación internos en pro de su preservación.

1 comentario:

  1. No comparto el anhelo expuesto en las palabras precedentes, ¿qué anhelo? La refutable necesidad de una "consolidación democrática fuerte" como centinela del Estado. No podemos obviar procesos medulares tales como la formación, creación, construcción (admito que no me viene a la cabeza el concepto idóneo) de una verdadera cultura cívica (más allá de la política) así es, no existen, ni existirán democracias si en principio no se encuentran el individuo frente al ciudadano y se penetran en uno mismo.

    La decadencia de los llamados Estados-Nación no podrá resolverse si en principio se mal educada a los individuos que constituyen a la comunidad política, ¿qué hacer? despertar conciencias ostracizar el dormitar de los individuos, ausentes, ajenos a su entorno, su devenir.

    A menos que nuestra visión sea muy limitada y contemplemos en la democracia un acto transformador, que si bien puede darse, solo y solamente será en un acto meramente instrumental, en lo absoluto será tranformador.

    ResponderEliminar