viernes, 30 de octubre de 2009

SOBRE EL ESTADO NACIONAL CADUCO

Indudablemente es necesaria la construcción de una estructura como el Estado, pero con una enorme reconfiguración, en el sentido de ser incluyente y plural en el proceso de establecer el proyecto que guiará al mismo Estado y su(s) nación(es).

Esto, porque la forma actual de la estructura estatal ha demostrado ser ineficiente, obsoleta; pero sobre todo, no responde ni a los intereses de la sociedad en general, como parte fundamental de este organismo, ni a los individuos en sus diferentes colectividades y contextos en particular. Mientras tanto, por el otro lado, en el ámbito exterior o internacional, el proceso de globalización ha provocado el debilitamiento y una profunda ineficacia estructural del Estado que no responde ante la nueva y compleja realidad mundial.

Para esta obligada reconstrucción del Estado, entonces, es necesaria una visión diferente de las formas clásicas de organización y planeación, lo que implica una reeducación multinivel: familiar, social, de clases y de los diferentes grupos de acción (científicos, políticos, burócratas, sociedad civil, etc.), sin excluir por edades, condición de género o cualquier otra barrera concebida por el pensamiento artificial actual. Pero sobre todo, es necesario acudir a la historia y al contexto propio que permita una revisión exhaustiva de lo que requiere cada estructura estatal desde sus particularidades, con lo que podremos empezar a despegarnos de ese velo del “pensamiento occidental dominante” tan dañino e inadecuado en la construcción de las nuevas vías de desarrollo.

domingo, 25 de octubre de 2009

ENTROPÍA A LA MEXICANA

Como ustedes bien saben, en México el sistema de gobierno es el presidencial, se divide en tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) los cuales tienen tareas específicas y buscan establecer un balance que permita la gobernabilidad en el país. Esto es fundamental ya que significa que el poder del ejecutivo, que predomina sobre los otros, no se comparte si se pretende un buen gobierno.

En este sentido es importante, a propósito de los procesos democráticos, que la victoria del PAN en las elecciones presidenciales del año 2006 fueron impugnadas, y aunque no se presentaron pruebas suficientes y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dio por válidas las elecciones, estas fueron muy turbulentas y provocaron la deslegitimación y la incertidumbre sobre la limpieza del proceso dudosamente democrático.

Bajo esa lógica, la constante ingerencia de actores políticos y del empresariado mexicano, representantes de la clase dominante del país, en beneficio de la campaña panista, con un bombardeo espectacular a través de los medios de comunicación nacionales en detrimento de los adversarios políticos, en lo que fue llamada “la campaña negra”, dejó clara las relaciones y alianzas políticas que él, en ese momento candidato Felipe Calderón, concretó. Al mismo tiempo fue el comienzo de un gobierno basado en el uso de la “videopolítica” y la violencia como medios para gobernar.

Las alianzas que llevaron al Pan a los Pinos, posteriormente significaron una traba en las acciones del gobierno federal debido a los intereses particulares que se debieron atender. El poder político que debiera ostentar el presidente se ha visto repartido entre la clase hegemónica, económicos y políticos, que han impuesto sus propias reglas, entorpeciendo un proyecto político neoliberal fomentado por el ejecutivo, que no ha podido ser establecido por la ingobernabilidad en la que se introduce el país.

Este proceso entrópico se ve alimentado por la fuerte ola de violencia desatada por la lucha contra el narcotráfico. Lucha que ha ido en aumento en 2008, que rebasa los 5,000 asesinatos, y por tanto duplica el número de muertos del 2007 . El presente año solo ha demostrado que el incremento de la fuerza militar en todos los puntos rojos de la República para la resolución de este suceso a dado resultados escandalosamente negativos.

Le programa de seguridad que se ha empeñado por defender el presidente sin apoyo popular ni político importante, engrandecen un malestar social que se siente en el elevado número de manifestaciones y en el poco interés por lograr consensos que permitan a F. Calderón legitimar sus acciones. Como menciona Kaplan “la cohesión interna del sistema, no pueden constituirse ni mantenerse por el mero ejercicio de la violencia desnuda de un grupo sobre otro u otros.” De este modo se limita la capacidad política de encontrar las formas reales de resolver el problema de la inseguridad de fondo.

A pesar de esta cuestión y de las fallas que han cometido los secretarios de estado y todo el personal político elegido por el mandatario, no se ha buscado rearmar o cambiar al equipo con el que llegó y que ha demostrado gran incompetencia dados los resultados observables. Muy al contrario, los cambios, sugieren la continuidad de elementos de su partido, e inclusive personajes no necesariamente experimentados en la política, pero cercanos a su línea ideológica, por lo que no se vislumbra un cambio fundamental en la dirección de las acciones emprendidas.

La clase política que ejerce el poder en estos momentos está conformada por individuos que viven “de la política” y no “para la política”. Inclusive los partidos políticos opositores se unen para aprobar reformas y leyes que originalmente sus partidos, a través de sus lineamientos históricos e ideológicos, no habrían apoyado.

Los partidos al igual que las instituciones actuales son herencias de gobiernos priistas y por tanto no responden a la coyuntura y la problemática actual que presentan profundas diferencias. Tanto partidos políticos como instituciones, se resisten a ser eliminados o a sufrir transformaciones de fondo, y el gobierno tampoco ha buscado reformarlos, por lo que la crisis democrática que sufre el país y la ilegitimidad de los procesos políticos como las elecciones no pueden ser resueltos de manera coherente y confiable para las clases dominadas y las subordinadas molestas y decepcionadas por la falta de buena política.

Los pilares institucionales que se han desmantelado con gran dificultad, por otra parte, no son suplidos por nuevas formas organizativas que llenen el espacio vacío, lo que genera a su vez un distanciamiento aún mayor entre el gobierno y la población cada vez más empobrecida, debilitada, pero peligrosamente irritada también. Se entiende que suceda así como parte de una tendencia de adelgazamiento del Estado que llevan a cabo los proyectos neoliberales en los diferentes países donde gobierna la derecha y ultraderecha, pero el atrofiamiento de los mecanismos de control social que se limitan a la violencia y represión son históricamente consecuencia de la caída más estrepitosa de las cabezas dirigentes, por lo que la ignorancia política se ha convertido en el principal defecto del actual presidente.

Por otro lado las reformas que ha lanzado el ejecutivo para privatizar los sectores estratégicos del país como lo es el energético, específicamente el petróleo, provocaron fuertes debates y un gran rechazo por parte de la población y algunas facciones políticas que evitaron el paso de las reformas de manera integra a las leyes mexicanas que permitirían tal privatización. Actualmente el desmantelamiento de uno de los sindicatos más importantes del país (Luz y Fuerza del Centro), el cual muchos denuncian como otro intento de privatización, ahora de la electricidad, no han hecho sino agudizar la tendencia de crisis social.

Pese al fuerte rechazo, las manifestaciones, el presidente Calderón tomó como exitosos tanto el proceso de reformas de leyes del 2008 como el desmantelamiento de LyF; y a su vez hoy celebra como una victoria política el resultado final de ambos procesos que se antojan poco funcionales en cuanto a los objetivos originalmente planteados, pero que por otro lado pueden devenir en cuantiosos beneficios tanto económicos como de control social visto que las reacciones sociales no han ido tan lejos como muchos esperaban.

Estos hecho aunados a toda la trayectoria de este gobierno, nos lleva al último tema sobre la relación del gobierno con la sociedad civil ya que, si bien existe una dualidad del estado en la que por un lado se busca le protección y promoción de los intereses específicos de la clase dominante y del personal político, y por otro lado existe una responsabilidad política implícita en el “contrato social” por el cual la población sede responsabilidades y control a un gobierno para la organización y el cumplimiento de las demandas sociales; esta dualidad se ha desmoronado al hacer caso omiso de las demandas sociales y buscar únicamente el beneficio particular de la clase dominante.

La constante falta de atención, la ilegitimidad de las políticas y decisiones del gobierno federal, la creciente ola de violencia y las reformas privatizadoras del gobierno han provocado un fuerte malestar social que se traduce en una gran oposición al gobierno así como un enorme déficit de gobernabilidad que en poco tiempo se pueden traducir en transformaciones radicales o en la decadencia total de México.

Lo que se está provocando es la entropía según dice Marcos Kaplan:

La entropía presente y operante en todo sistema social genera, manifiesta y refuerza, el desajuste entre los elementos y niveles de la sociedad, el desgaste de éstos y de las relaciones básicas, el funcionamiento a rendimiento decreciente del conjunto. Estos procesos negativos son reforzados por las incertidumbres del consenso social, el debilitamiento de la adhesión del mayor número de los actores sociales y de la voluntad colectiva.

Solo el Estado tomando en cuenta y haciendo partícipes a todos los grupos que conforman al país, puede detener dicho fenómeno, y mientras el gobierno no atienda las demandas sociales que cada vez son mayores y más evidentes debido a las crisis nacional (política) y la internacional (económica) existentes, el proceso entrópico seguirá creciendo con consecuencias apocalípticas.

sábado, 17 de octubre de 2009

DEL DISCURSO A LA ACCIÓN (Un ejemplo de la historia)

“Cuando Hugo Chávez fue elegido presidente en diciembre de 1998, el país llevaba ya varios años en crisis. Los sucesivos gobiernos, enfangados en la corrupción, con la riqueza del petróleo disminuida, venían imponiendo programas neoliberales con escaso éxito. Disturbios en 1989, dos intentos de golpe de estado en 1992, la destitución [por corrupción] del presidente en 1993, el colapso de los bancos en 1994 y la implosión de los partidos políticos en antes dominantes eran diversas señales del colapso inminente.”

Chávez fue elegido presidente en 1998 con el 56.5% de los votos, una mayoría indiscutible que reflejó el amplio descontento de la población venezolana con los anteriores gobiernos, y la aceptación hacia el discurso y la ideas que el nuevo mandatario promovía. Así empezó una amplia trayectoria de lucha democrática y participativa con la cual el líder bolivariano restaura el pacto social con la nación y hará del pueblo su principal aliado.

Inmediatamente al entrar en funciones, el nuevo presidente inició las reformas prometidas encaminadas al desarrollo socioeconómico del país y a cambiar la estructura política preexistente. A diferencia de los anteriores gobernantes de una elite corrupta e incapaz de responder a las demandas de los venezolanos, Chávez Impulsa proyectos reformistas: el referéndum para la constitución bolivariana en 1999 aprobada por el 71% de los votantes, y la figura del referéndum revocatorio son sus primeros pasos. Este sería el inicio de una transformación democrática verdadera y de participación popular en las políticas del nuevo gobierno bolivariano.

Al año siguiente se convocó de nuevo a elecciones presidenciales bajo las leyes de la nueva constitución. Chávez vuelve a ganar pero ahora con 59% de los votos legitimándose. Si embargo las medidas que toma sobre la destitución de altos mandos de PDVSA, la nacionalización de ciertos sectores estratégicos, el reparto agrario y sus planes de apoyo social, provocaron una reacción opuesta en los grupos económicamente poderosos que veían una clara transgresión a sus intereses.

Importantes empresarios empiezan a conspirar con apoyo externo e inician una violenta campaña mediática contra Chávez que convence a muchos para unirse a la oposición. Para abril del 2002 un golpe de estado que le dará una victoria efímera de nuevo a las élites económicas antichavistas, se lleva a cabo. Caen dos días después derrocados por el pueblo que se manifiesta contra las medidas del gobierno anticonstitucional, y que con el apoyo de simpatizantes militares de Chávez logran vencer a la oligarquía poco organizada que a través de los medios de comunicación tergiversaba los acontecimientos.

Después del duro golpe propinado por las masas populares, la oligarquía sufrirá otras dos grandes derrotas: el referéndum revocatorio contra el presidente en 2004 que este ganará con el 59.95% de los votos y la reelección del mismo en 2006 con 62.84% de los votantes a su favor. Pero sin duda, uno de los golpes democráticos más contundentes contra la clase política antinacional y los antichavistas, será la derrota por un margen mínimo del propio Chávez en el referéndum para la reforma constitucional. Esta terminará siendo una victoria pírrica para los contrincantes del presidente, pero una reafirmación de la dirección democrática del gobierno bolivariano al aceptar sin rechistar esta derrota y continuar por el camino de las instituciones, la vía pacífica y de participación popular como el pilar fundamental de esta lucha por un nuevo proyecto alternativo en América Latina.

domingo, 11 de octubre de 2009

ACCIÓN /POSESIÓN (1)

Hoy, al sentirme abrumado entre las pilas de tareas y trabajos atrasados que tengo por hacer, me dio por pensar en un tema que probablemente lleva siglos siendo discutido, que es indisociable de los temas de la crítica intelectual tanto en la época de las Revoluciones como en el presente tiempo de las Incertidumbres y -con un poco de optimismo- de la Renovación. Es una temática que nos atañe a todos y que espero les interese ya sea que compartan mi punto de vista o no sobre el mismo, pues la finalidad es que todos nos sintamos aludidos y con ganas de expresar algo en este espacio y en todos los medios transgresibles que nuestra palabra incendiaria sea capaz de trastocar y modificar.


Así es, la acción y la posesión, palabras que utilizamos todos los días en nuestras fervientes conversaciones críticas de altos vuelos intelectuales y en nuestras charlas mundanas de frecuencia excesiva sin querer devaluar la importancia de éstas (al menos no con demasía), dan muestra de un fuerte dilema que me sofoca todos los días. La acción, como medio de transformación y de producción de valor de un lado y la posesión, símbolo más sagrado de nuestro sistema de estructuración mundial actual o como valor producido (cualquiera de las dos connotaciones queda), son elementos que se yuxtaponen, se contradicen y alimentan en un juego dialéctico constante.


Un profesor que aprecio bastante, recurría a una expresión de conocimiento popular bastante nueva, decía: “tanto tienes tanto vales, tanto compras tanto existes” con lo que nos explicaba que el sistema capitalista que domina hoy en día todas nuestras relaciones y que pone por sobre todas las cosas como valor máximo a la posesión sobre algo determinado o la posesión como objeto que debe ser acumulado. Y con esto me refiero a un término que Marx hizo muy famoso en una de sus obras más importantes llamada El capital, y este término es el “fetichismo”.


Marx menciona o más bien exalta con extremada preocupación que el valor que un objeto recibe por la cantidad de trabajo invertida en su producción ya no es más un valor como producto de una acción, sino que ha adquirido, o mejor dicho, el hombre le ha conferido valor por si mismo: la fetichización de los objetos. Esto quiere decir que desde hace tiempo cuando el intercambio comercia pasó de ser mercancía por mercancía, a mercancía dinero mercancía y posteriormente mercancía dinero; ese dinero pasó a adquirir un valor por si mismo y no por su función o la cantidad de trabajo que se invertía en su producción. En este sentido el dinero obtuvo un valor que por si mismo no tiene y que vino a desvirtuar un medio de transacción para convertirlo un elemento de la misma transacción.


En nuestros días este mismo fenómeno se aplica a todos los aspectos de la vida cotidiana incluso sobre las personas mismas: la acción del ser humano con la que se produce todo lo que se encuentra a nuestro alrededor, lo que vestimos, lo que comemos, etcétera, ha perdido su valor real frente al que se posee o incluso frente a la posesión misma. Es un fenómeno tan repugnante y poderoso que difícilmente alguien puede negar que haya visto e incluso que ha estado consciente de ello por mucho o poco que lo haya analizado.


Que el valor de un objeto o de poseer tal objeto represente más que la capacidad del hombre de producir determinado objeto -o del hombre mismo-, si nos damos realmente cuenta de lo que quiere decir, podremos entender que es uno de los puntos centrales de la decadencia de la sociedad actual y que se ha reproducido desde los orígenes, prácticamente, del sistema que abarca y destruye todo en el mundo actual, pero que también nos promete el sueño dorado y paradisíaco de la felicidad y la prosperidad; lo que a unos les ha dado por llamar “el sueño americano” y que yo llamaría sin pensarlo mucho, “la pesadilla del tercer mundo”...

viernes, 9 de octubre de 2009

DE CIERTO/VACÍO

Hoy siento las manos algo pesadas, mi boca no dibuja la sonrisa de siempre y mis ojos adquieren gestos que denotan cierta tristeza melancólica porque sé que la soledad que me hace adquirir esta forma tan monótona y novelesca no partirá ni mañana ni nunca. La esperanza no ha sido para mi una opción, de hecho, la miro con desprecio y desconfianza sin poder dar una razón coherente de porqué, simplemente la considero un mal necesario y uno de los últimos bastiones sobre los cuales, históricamente, se sostiene la humanidad fragmentada, derrotada por las inclemencias de su propia e inconsciente acción… no, me retracto, no es acción inconsciente: es asquerosamente egoísta.

A veces me da vergüenza la posición en la que me encuentro, es muy cómodo vivir bajo las condiciones que ostento, y no es que sea mi culpa haber nacido bajo determinado contexto que hoy me permite estar, de cierto modo, seguro; el problema es que me corroe la sensación de injusticia que veo a mi alrededor y el no estar haciendo lo necesario, lo suficiente para cambiarlo…

domingo, 4 de octubre de 2009

IDEAS POR HILAR

Hay algunos momentos en nuestras vidas que nos provocan fuertes convulsiones psicológicas contra las cuales no sabemos como luchar porque no se encuentran medicinas que curen estos espasmos, momentos llenos de estrés al no saber hacia donde caminamos cuando creíamos que estaba todo muy claro, esos momentos llenos de tensión e incertidumbre que envenenan nuestros pensamientos y los derriten hasta convertirlos en una masa amorfa y repugnante. Esos momentos que tanto problema nos causan pero que también nos ayudan a crecer se les ha denominado como “crisis de la edad”, y no se limitan únicamente a la pubertad y adolescencia como quisiéramos creer; el proceso de aprendizaje, experimentación y desarrollo van mucho más allá de ese punto en nuestras vidas y también con general frecuencia llegan a ser más dolorosos de lo que la transición de individuo a ciudadano (considerado así el fin de la adolescencia a los 18 y el inicio de la juventud responsable) suele ser.

sábado, 3 de octubre de 2009

AZUCAR MORENA

La noche se antojaba excepcional para aquella pareja, el cielo de un color azul oscuro algo grisáceo permitía ver algunas estrellas sumidas e la inmensidad de ese espacio inconmensurable que llamamos universo. Los árboles se balanceaban relajadamente acompañados del lento y rítmico compás que marcaba el viento fresco del caluroso otoño, y las calles vecinas estaban casi desiertas.

Todo aquello no importaba mucho, la aqueja se encontraba dentro de aquel pequeño y cómodo apartamento, ambos encerrados en el cuarto del extraño muchacho –compartir el espacio con compañeros de carrera le impedía establecer otras formas de privacidad. Las dos ventanas del cuarto, muy cercanas una de la otra, se encontraban totalmente abiertas lo cual permitía percibir e incluso compartir un poco de ese maravilloso ambiente exterior, pero sólo apenas. Por todo lo demás, la incomodidad y la tensión de la pareja viciaban el ambiente de aquel lugar compartido.

Ya hacía unos minutos que la muchacha había decidido alejarse un poco de su acompañante pues algunos sentimientos relacionados con los serios problemas de su vida privada que aquel ingenuo muchacho no alcanzaba a comprender le hacían sentir una pesada presión angustiosa que no sabía como quitarse de encima. Ahora se encontraba sentada en el suelo tibio recargada en una blanca pared a escasos pasos de la cama en la que su amante recostado y con algo de inquietud se movía y reflexionaba, tratando de entender a la desdichada mujer que tanto sufría y que tan poca cosa expresaba.

El muchacho, en un intento ingenuo por ayudar a su compañera, tratando de mostrarle que la apoyaba y que no la dejaría sola en esos difíciles momentos, volteó hacia donde se encontraba y la observó con detenimiento:

Su largo y abundante cabello caía desde lo más alto de su cabeza casi hasta su cadera, a muy poca distancia del suelo, todo cuidadosamente acomodado y juntado se deslizaba por su hombro derecho y cubría la mitad de pecho y vientre terminando en unos cuantos mechones ligeramente acairalados. La estética de su cara de rasgos finos se veía interrumpida por una argolla algo tosca que atravesaba a la derecha la fina y sutil nariz respingada y el cigarrillo que iba y venía con frecuencia desde la delgada mano hasta la boca, ambos elementos que el muchacho detestaba, pero que había aceptado hace tiempo ya. Los ojos grandes y oscuros como des granos de café entre charcos de blanca leche miraban un punto fijo sin mucha atención, perdidos en el infinito mundo de sus tristes reflexiones. Sus frescos labios gesticulaban de forma apenas perceptible cuando el cigarrillo de su mano se acercaba a envenenarlos y secarlos con ese humo putrefacto tan delicioso y apreciado por el fumador.

[…]